Accompagnement, cuidados, vigilancia y seguimiento del calendario lunar, Marc-Olivier Trompette, administrador del Château l'Hospitalet, es un biodinamista convencido, tanto en los viñedos como en su propio jardín. Un administrador que escucha su terroir con un magnetismo poderoso, a imagen de los vinos de La Clape. 

Las vendimias se suceden pero no se parecen. Cada año tiene sus especificidades y cada cosecha es única. Con siempre esta constante, la de la búsqueda de la maduración óptima, central en la elaboración de los mejores crus de Gérard Bertrand. 

Marc-Olivier Trompette está listo para recibir el futuro de las vendimias 2021. Sin embargo, las fechas no están fijadas de antemano. Y solo tras una vigilancia intensificada se vendimian las parcelas una tras otra, por separado, en función de criterios precisos: « En Gérard Bertrand, llevamos las maduraciones a su máximo para tener equilibrios fenológicos y maduraciones óptimas. Este método nos permite producir los grandes vinos que proporcionamos cada año. »
El tiempo de las vendimias puede entonces extenderse durante dos meses y medio. Un período crucial que da todo su lugar a las diferentes tipicidades de las parcelas y los suelos de La Clape. Para Marc-Olivier, « es un período intenso de vigilancia. Podemos comparar el viñedo a un niño pequeño. Lo vigilamos para que no le pase nada. Hacemos todo lo posible para que evolucione correctamente y sin accidentes. Estamos de gira dos a tres veces por semana en todas nuestras parcelas y también realizamos análisis. El objetivo es acompañar la uva lo más lejos posible y alcanzar la calidad esperada por Gérard Bertrand. »

En busca de un equilibrio natural

En el origen de un buen vino se encuentra la uva. Y para alcanzar la excelencia de los racimos, los dominios Gérard Bertrand practican la biodinamia. Más que una práctica, la biodinamia representa un arte de vivir para Marc-Olivier: « Buscamos un equilibrio y estamos en una óptica de comprensión de la planta. Al igual que con las personas, intentamos entender sus problemas e interpretar lo que nos presenta visualmente. Trabajamos mucho en las sensaciones y aplicamos tisanas, preparaciones naturales para curarlas o ayudarles a implantarse bien. »
En biodinamia, los tratamientos no son automáticos. A diferencia de la viticultura convencional, el suelo se trabaja únicamente cuando hay una necesidad corroborada por análisis. Más compleja, este método requiere un fuerte compromiso de los equipos, una estrecha colaboración entre lo natural y lo científico, así como una consideración de los diferentes terroirs.

Una viña, terroirs

En el macizo de La Clape, predominan dos terroirs. El primero, arcilloso, permite una reserva de agua interesante ya que el agua se devuelve progresivamente a la viña en verano. El segundo, de tipo calcáreo, se caracteriza por suelos más cálidos. Son parcelas en las que la madurez llega más temprano por resonancia del sol. El vino procedente de este suelo posee un carácter luminoso, fresco y salino.
Cuando las vendimias terminen, el suelo recuperará sus derechos, pero el equipo de Marc-Olivier no habrá dicho su última palabra. Ayudará a la viña a entrar suavemente en dormancia: « Es hora de restimular los suelos, de descompactarlos, de aportarles oligoelementos y aminoácidos para permitir un buen reinicio el año próximo. »

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