Este rosado de excepción nace en este terroir particular donde las pizarra descansan sobre calizas, aportando tanto potencia como mineralidad a este vino. La vendimia se realiza íntegramente a mano en cajas de 10 kg que pasarán una noche en cámara fría para ser prensadas al día siguiente y así preservar la pureza aromática de las uvas. Este último millésime, a pesar de su juventud, revela una complejidad notable y será un referente para las próximas décadas. Se caracteriza por notas de frutas rojas donde también se entremezclan notas de grosella negra, frutas exóticas, piña, pero también por una mineralidad y frescura sensacionales. La longitud y la aromaticidad de la nariz se continúan en boca con un vino sedoso, completo, rebotando en el paladar.

Un equilibrio perfecto, amplio, de una gran longitud, sostenido por una hermosa frescura. La bodega está situada en el corazón del viñedo, por lo que la duración del transporte es mínima. Los mejores jugos de coule son luego seleccionados. El prensado en frío (5°C) preserva los aromas y la frescura y evita la coloración del jugo, al bloquear los pigmentos naturales (antocianos). Antes de la fermentación a baja temperatura, se realiza un desfangado de 24h a temperatura controlada entre 8 y 10°C sin aporte de azufre. La crianza se lleva a cabo en barricas de roble francés nuevas (roble del bosque de Tronçais y de Jupilles), durante 6 a 8 meses sobre lías finas con batonnage. Los vinos se ensamblan un día de fruta, según el calendario astral biodinámico, favorable a la degustación.